Dulce, cremosa y con un toque ligeramente tostado.
Elaborada en Galicia y solamente con queso, nata, leche, huevo y azúcar, ingredientes naturales y sencillos, horneados el tiempo justo para lograr esa cremosidad única que tanto gusta a la gente y hace que se nos diferencie del resto.
Esta tarta nace como un homenaje a nuestra tía Cristina, que tantas veces nos juntó a la mesa en torno a su famosa “cremosa de queso” y en agradecimiento por enseñarnos a valorar el buen hacer de las cosas.